[Beta - Blog de Viajes Newsletter] Couchsurfing y el cambio de modelo de negocios
Hola a todos. Estoy testeando la versión beta del nuevo newsletter para un nuevo muy limitado de los suscriptores de la versión anterior. Esta vez estoy probando Substack. Antes lo enviaba desde el mismo blog a través de MailPoet, pero tiene un consumo de recursos muy errático y varias veces el blog terminó caído. Así que estoy testeando un servicio externo para evitar esos problemas. Con el paso de las pruebas voy a comenzar a dar de alta al resto de los suscriptores. Gracias por la paciencia :) Desde ya, me pueden dejar comentarios para el futuro.
La semana pasada me encontré en Twitter con varios usuarios enojados con una empresa de viajes (y no era Despegar). Se trataba de un cambio de modelo de negocios por parte de Couchsurfing, la organización detrás del servicio de contacto entre anfitriones y huéspedes. Una característica de este servicio es que era gratuito: anfitriones no cobran nada a los huéspedes para quedarse en su casa. En ese sentido, la idea se basaba en la construcción de una comunidad que compartía recursos, pero que además requería de sus participantes un interés por la interacción con los demás. Esto es, si te alojabas en la casa de alguien vía Couchsurfing, se esperaba un intercambio entre viajeros, no un espacio gratis y nada más.
Pero, sin mediar aviso alguno, Couchsurfing estableció que para acceder a sus servicios hay que pagar 14,29 dólares por año. La medida se establecía sólo para los usuarios de los países más desarrollados (pero no pude encontrar la lista detallada). Más allá de los costos, es un cambio notable. Desde Couchsurfing dicen que si no tienen otra fuente de ingresos deben cerrar. Por lo tanto, del éxito de esta medida depende su continuidad. Pero que ya no se pueda acceder a la lista de contactos sin previo pago aparece como una medida moralmente complicada. Y el enojo de los usuarios es comprensible.
De todos modos, el gran problema de Couchsurfing es que su principal producto, el contacto entre anfitriones y huéspedes para conseguir un espacio de alojamiento, es gratuito. Intentaron cobrar por la verificación de usuarios y no les fue muy bien. El 96% de sus usuarios no aporta nada desde lo financiero. Frente a ello, se abren dos posiciones: los que exigen mantener el modelo actual versus los que sostienen que con el actual sistema el sitio no podrá seguir funcionando. Es cierto que Couchsurfing viene con problemas desde hace años. Pero la pandemia aceleró mucho las cosas. Las próximas semanas dirán si este movimiento desesperado logra mantener a flote a Couchsurfing. Igual, muchos en la comunidad se van a replantear seguir en ella.
Debajo, la entrada original que publiqué sobre el tema en Blog de Viajes.
Couchsurfing ha sido durante muchos años una comunidad de anfitriones y huéspedes vinculados por el ofrecimiento gratuito de lugares de alojamiento y la interacción entre viajeros. O sea, no es simplemente «alojamiento gratis». Es la idea de recibir a personas con intereses similares. Una de sus características es que su principal funcionalidad, buscar alojamiento, fue siempre gratuita. Lo que suena muy bien del lado del viajero, pero complicaba las posibilidades de financiamiento de Couchsurfing, que debe sostener staff y plataforma técnica, y que para eso necesita ingresos. Ya habían explorado la idea de cobrar por los perfiles verificados -40 dólares al año- pero no mucha gente lo pagaba.
Couchsurfing ahora cambió de estrategia, y ahora requiere una membresía paga de 14,29 dólares por año o 2,39 dólares por mes para acceder a sus servicios y aplicaciones móviles. La membresía es obligatoria para los usuarios en países desarrollados, ya que el comunicado sostiene que en los países menos favorecidos seguirán siendo un servicio gratuito. No pude encontrar el listado de países alcanzados por la membresía obligatoria.
De acuerdo a lo que sostienen en Couchsurfing, el 96% de sus usuarios no contribuye financieramente con el sitio «porque nunca se lo han pedido». Y con este paso buscan tener un financiamiento para sus operaciones. Aclaran que han pasado todo su staff a un modelo 100% virtual y sin oficinas, y que incluso han solicitado ayuda al gobierno de Estados Unidos.
El tema aquí es que el cambio es compulsivo; si no se paga la membresía no se puede acceder al listado de contactos y los mensajes con otros usuarios. Aparece como algo demasiado repentino; lo más deseable, desde ya, hubiera sido que se avisara con algo de tiempo para que los usuarios pudieran tomar una decisión al respecto. Está claro que Couchsurfing está pasando por una situación financiera que ya no se puede sostener ni a corto plazo.
Otro punto: la crisis del Covid-19 terminó por agravar la crisis financiera de Couchsurfing, un proceso que lleva años. Le quitó sus ya pocos recursos. Pero imponer una membresía obligatoria para muchos de sus usuarios en este momento no parece una muy buena decisión. Muy poca gente está viajando ahora, así que lo más probable es que simplemente muchos opten por dejar de usar el sitio y listo.